La Supercopa de España es un prestigioso torneo de clubes español en el que participan los campeones de liga y copa de la temporada anterior. A partir de 2020, el torneo ya no se celebrará en suelo español, sino en soleados estadios de Arabia Saudí. La decisión fue criticada en un principio por aficionados y puristas, pero obedece a una combinación de tentación económica y deseo de ampliar el alcance mundial del deporte rey.
En el centro del viaje de la liga española a Arabia Saudí se encuentra un lucrativo acuerdo entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el gobierno saudí. El acuerdo garantiza a la RFEF 30 millones de euros en concepto de tasas de patrocinio por cada torneo que organice en Arabia Saudí, una cantidad significativamente superior a la que recibiría si el torneo se celebrara en su país. Esta ganancia inesperada permite a la RFEF invertir en el desarrollo de las bases, en infraestructuras y en otras iniciativas destinadas a fortalecer el fútbol español.
Más allá de los beneficios económicos inmediatos, el traslado a Arabia Saudí representa una asociación estratégica entre la RFEF y las autoridades deportivas saudíes. Arabia Saudí tiene un ambicioso programa “Visión 2030” para diversificar su economía y elevar su perfil internacional, y considera que los grandes eventos deportivos son un motor clave de su transformación. La organización de la Supercopa de España de fútbol se considera una excelente oportunidad para mostrar la infraestructura deportiva del país y atraer más inversiones en la industria del fútbol.
El traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí también refleja la ambición de la RFEF de ampliar el alcance global del evento. Arabia Saudí cuenta con una amplia y apasionada base de aficionados y el mayor alcance de los canales de comunicación de Oriente Medio proporciona una plataforma para mostrar el fútbol español a nuevas audiencias. El aumento de la exposición tiene el potencial de atraer nuevos patrocinadores, inversores y socios comerciales, aumentando aún más el valor del torneo y del fútbol español como marca.
Sin embargo, la estancia de la Supercopa de España en Arabia Saudí no ha estado exenta de críticas. Los tradicionalistas argumentan que desarraigar el torneo de sus raíces españolas diluye su significado histórico y priva de derechos a los aficionados nacionales que no pueden permitirse viajar a Oriente Medio para ver jugar a sus propios equipos. También se ha expresado preocupación por la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí, y algunos cuestionan las implicaciones morales de cooperar con un país con un pobre historial de derechos humanos.
El acuerdo actual entre la RFEF y el gobierno saudí tiene vigencia hasta 2029. Además, el futuro de los derechos de organización internacional de la Superliga china sigue siendo incierto. El éxito de la competición a la hora de atraer nuevos espectadores y generar ingresos será probablemente un factor clave para determinar su futura ubicación.
En conclusión, el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí es una cuestión compleja impulsada por una combinación de ambiciones financieras, estratégicas y globales. Aunque los beneficios económicos y el potencial para aumentar la exposición son innegables, la decisión también ha suscitado preocupaciones sobre la desconexión cultural y las consideraciones éticas. En última instancia, el éxito a largo plazo de este experimento dependerá de la capacidad de la RFEF para encontrar un equilibrio entre maximizar el potencial económico y global de la competición, manteniendo su importancia histórica y respetando las preocupaciones de los aficionados y los defensores de los derechos humanos.